viernes, 20 de mayo de 2011

CUENTO: "RAPUNZEL".

 

Esta nueva actividad que expongo a continuación es un trabajo grupal que consiste en modificar un cuento que ya exista, en este caso hemos elegido el cuento de “Rapunzel”. A este cuento hay que añadirle valores que nos interesen trabajar con el alumnado de educación infantil, en este caso los valores que se trabajan son:

                - La autonomía de la persona, porque Rapunzel aprendió a cuidarse a sí misma y a hacerlo todo ella sola porque su padre y su madre estaban siempre fuera de casa trabajando (en el cuento modificado por el grupo).

- La libertad, ya que Rapunzel se lleva 17 años viviendo en una torre ansiando su libertad y la encuentra cuando se va con el circo para convertirse en trapecista, (en el cuento modificado por el grupo).

                Además de tratar estos valores, se aborda al mismo tiempo una temática concreta que interesa bastante a los/las niños/as de infantil, debido a que es una problemática que se da mucho hoy en día en todos los hogares. Este tema es: “que los padres y madres de los niños/as pequeños pasan muchas horas fuera de casa, trabajando, por lo tanto los niños y niñas están mucho tiempo solos y echan en falta  a sus padres/madres ".
                 Nuestro grupo ha decidido representar en clase este cuento fabricando un torreón hecho de cartón que contiene una ventana a través de la cual cae una larga melena rubia hecha de lana amarilla y en la que, a su vez, se han pegados varios dibujos de las escenas más representativas del cuento modificado que hemos creado.

Los materiales que hemos usado son:

 

Para el decorado:

-         Cartón
-         Lana
-         Cola escolar
-         Cinta de embalaje
-         Papel continuo
-         Témperas
-         Pintura acrílica
-         Pinceles
-         Cartulina roja

Para los dibujos:

-         Rotuladores
-         Lápices de madera
-         Lápices de cera
-         Cartulinas blancas tamaño A4

El cuento modificado se muestra a continuación:


“Rapunzel”

Erase una vez un matrimonio muy pobre, que tuvo una hija llamada Rapunzel. Esta familia tenía tan pocos medios económicos que casi no podía mantenerse, tampoco tenían dónde vivir e iban siempre de pueblo en pueblo buscando trabajo.
Finalmente encontraron trabajo en un pequeño pueblo llamado: Colorín Colorado. Como no tenían dinero suficiente para comprar una casa, decidieron ir a un bosque cercano, en las afueras del pueblo, para construirse una cabaña con ramas de árboles, pero yendo hacia allí, encontraron un torreón abandonado, eso fue una gran suerte, porque lo limpiaron y comenzaron a vivir en él.
Rapunzel, era una niña que quería mucho a sus padres, muy obediente, amable y alegre. Cada día, iba sola al colegio por la mañana muy temprano y volvía sola al mediodía, sus padres trabajaban tanto para poder mantener a la familia, que llegaban a casa al anochecer. A Rapunzel esto le entristecía mucho, porque ella lo que quería era pasar más tiempo con sus padres y no estar siempre sola.
Sus padres siempre le decían:
-         Rapunzel, cuando vuelvas del colegio cierra bien la puerta de casa y no le abras a nadie nunca.
Y ella siempre le respondía:
-         Si papi ya lo sé, estoy acostumbrada.
Rapunzel, debido a las circunstancias que le había tocado vivir, se había convertido en una niña muy autosuficiente e independiente, iba y venía sola del colegio haciendo diariamente unos pocos de kilómetros desde el bosque al colegio y luego hasta su casa. También se hacía sola la comida, limpiaba la casa, ya que sus padres trabajaban mucho todo el día y no podían hacerlo, estudiaba muchísimo, lavaba la ropa, etc. y además tenía tiempo para sus hobbies: la pintura y la lectura. Le encantaba leer pero tenía muy pocos libros, uno de ellos era sobre un circo, al que siempre tuvo un cariño especial ya que la llevó a descubrir lo que era un circo, cosa que le encantaba, y lo había leído entero muchas veces. De hecho, nunca se cortaba el pelo porque quería dejarse su melena lo más larga posible para ser trapecista y le encantaría poder llegar a serlo colgándose del trapecio con su largo cabello.
El torreón abandonado se convirtió en el hogar de esta familia, pero también en “una cárcel” para Rapunzel en la que pasaba todo el día encerrada cuando volvía del colegio y de la que no podía salir bajo ningún concepto ya que a una niña tan pequeña podía ocurrirle algo. Ella se sentía realmente como una prisionera. No tenía ni amigos/as, ni hermanos/as, ni primos/as, ni diversión.
Todas las tardes se subía a lo más alto del torreón, donde tenía una pequeña estantería con 4 libros que ya había leído muchas veces y para ella eran una de las cosas más preciadas que tenía. Se sentaba junto a la ventana, en un cómodo sillón, apoyaba la cabeza en el respaldo y sacaba su larga melena por la ventana. Esa era la postura y el momento en el que Rapunzel sentía que podía ser libre encerrada en un torreón.
Llevaba ya 17 años mirando  por la ventana y viendo el bosque, los animales, un pequeño lago, grandes árboles, etc. pensando cuando llegaría el día de poder salir fuera a disfrutar de todo ello.
Un día, un cazador iba paseando por el bosque con su hija a la que le encantaba recolectar moras y vieron el torreón, que por fuera tenía aspecto de abandonado, aunque desde lejos vieron el pelo que caía por la ventana y se acercaron para ver qué era aquello. El cazador quiso entrar a explorar el torreón e intentó abrir la puerta, tal fue su curiosidad que cogió del extremo de la melena y dejando a su hija atrás salvaguardada, trepó y trepó. Rapunzel sintió un tirón pero pensó que se le había enganchado el cabello en algún árbol.
El cazador entró por la ventana del torreón y vió a Rapunzel, esta se asustó y dijo:
- "¡Ohh!¿Quién es usted?"
- "Hola soy un cazador y venia con mi hija recogiendo moras y pensaba que esta torre estaba abandonada. ¿ Estás aquí sola?"
- Sí, mis padres trabajan y me quedo aquí cuidando mi casa.
Rapunzel al oír la historia del cazador invitó a su hija a subir por la melena y se quedaron hablando.
Esa misma noche Rapunzel contó a sus padres lo sucedido y no les gustó nada que la niña hubiese hablado con dos desconocidos, pero aceptaron acompañarla al pueblo a ver a su nueva amiga.
Un domingo que sus padres no trabajaban la llevaron al pueblo Colorín Colorado y allí preguntaron por el padre cazador y su hija, les encontraron y mientras las chicas paseaban los padres estuvieron hablando y conociéndose. Unos días más tarde, Azucena, fue acompañada por su padre al bosque a buscar a Rapunzel al torreón para invitarla y regalarle una entrada para ver un circo. Era “El Circo del Sol”, que iba a venir a actuar a su pueblo dentro de la gira mundial de esa temporada. Rapunzel aceptó encantada la invitación, se puso muy contenta, les dió las gracias porque era lo que ella siempre había soñado: ver un circo de verdad.
Llegó el día de la actuación del circo y Rapunzel estaba muy nerviosa, había esperado este día durante 17 años. Sus padres la llevaron al pueblo y allí se reunieron con Azucena y sus padres para ir todos/as juntos/as a ver la actuación.
Cuando el espectáculo terminó, Rapunzel quedó fascinada y les preguntó a sus padres que si podía pasar una temporada viviendo y viajando con el circo porque quería ser trapecista, era lo que más ilusión le hacía en el mundo, quería aprender a volar en el trapecio con su larga melena rubia.
Sus padres le dijeron que no, que cómo había podido llegar a tener semejante idea y se rieron todos/as de ella.
A la mañana siguiente muy temprano, partía el circo hacia otro pueblo, así que Rapunzel se levantó de madrugada y caminó hasta el pueblo, llegó hasta el lugar en el que estaban los carromatos del circo, y cuando partió la caravana, ella iba dentro de uno de los vehículos.
Pasó el tiempo y Rapunzel hizo muy buena amistad con la gente del circo y estuvo realizando su sueño, se estuvo preparando para ser trapecista.
Dos años más tarde, el circo volvió de nuevo al pueblo de Rapunzel. Ella fue a ver cómo estaban sus padres y cuando llegó al torreón les encontró allí muy tristes, pero al verla de nuevo se pusieron muy felices y contentos. Ella les pidió perdón por haberse escapado, pero les explicó que en los dos años que estuvo desaparecida, había logrado hacer su sueño realidad, que ya era trapecista del circo y que era muy muy feliz.
Esa misma tarde sus padres fueron a la función a verla actuar y se dieron cuenta de lo feliz que era su hija trabajando en el circo.
Rapunzel, estaba ganando mucho dinero con el circo, así que les compró una casa sus padres en el centro del pueblo para que viviesen lo mejor posible.
Esa noche se fue, dejó a sus padres en su nueva casa y se despidió de ellos hasta pasados dos años porque esa era la frecuencia con la que pasaba “El Circo del Sol” por su pueblo, pero ahora estaba tranquila porque sabía que sus padres estaban felices y ella también.
Ella siguió trabajando con el circo. Era a lo que quería dedicar su vida, se hizo muy famosa y triunfó en los mejores escenarios del mundo, consiguió llegar a ser una gran trapecista.
Y en el pueblo de colorín colorado este cuento se ha acabado, siendo todos y todas felices y comiendo perdices.


La realización del decorado del cuento en fotos:












Dibujos realizados a modo de viñetas para colocar sobre la melena de lana amarilla que representan las escenas más significativas del cuento:































Decorado montado:







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